Un día te levantas, te lavas la cara, te miras en el espejo…y ahí está, en medio de la cara, rojo, prominente…y justo el día que querías estar perfect@. La presencia de los granos inoportunos suele ser un fastidio en nuestro día a día pero más si lo que sufrimos es acné facial.
En muchas ocasiones no es la pubertad sino la genética la que descontrola nuestra piel y en edad adulta tenemos que lidiar con el famoso acné. ¿Qué hacer cuando queremos lucir una piel perfecta?
Normalmente entramos en un círculo vicioso de “más corrector, más polvos, más cobertura” que termina normalmente volviendo a lavarnos la cara. El granito se nota, la presencia extra de maquillaje también y ya ni contarte cuando la piel de alrededor se empieza a cuartear.
Pero no te alarmes porque todo tiene solución, sino fíjate en los milagros que hacen los maquilladores con las celebrities (las cuales cuando vemos con la cara lavada comprobamos que son como el resto de humanos y que tienen sus imperfecciones). Hay varios trucos que podrás usar para disimular el acné:
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Ante todo higiene.
Mantener una piel limpia es fundamental para poder luchar contra el acné, utilizar un gel específico (mandado por tu dermatólogo o un esteticista), lavarte las manos cada vez que vayas a maquillarte y evitar tocarte la cara, utilizar toallas diferentes cada vez que nos lavemos la cara y cambiar las sábanas todos los días ayudará a no trasmitir las bacterias.
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Hidratar bien.
Una vez tengas la cara libre de impurezas deberás hidratar tu piel. En muchas ocasiones pensamos que al tener acné o una piel grasa no debemos aplicarnos ningún tipo de crema pero en realidad con este gesto estamos perjudicando su salud.
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Aplicar el corrector.
Es tu mejor aliado a la hora de disimular imperfecciones, eso sí, siempre escogiendo el tono adecuado al color de esta. En otras palabras, si los granitos son rojos deberemos buscar un corrector de tono verdoso antes de aplicarnos la base de maquillaje.
Este es mejor que lo apliquemos con un pincel sobre la base y lo extendamos a base de leves toquecitos con la yema de nuestro dedo. Para ello lo mejor es buscar un corrector con textura cremosa.
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Atención en ojos y labios.
Centra la atención de tus invitados, amigos o personal en otras partes de tu cara. Potenciando estas dos partes el foco de atención no serán los granitos, eso sí, potencia sólo uno de los dos o parecerás una puerta.
Otro truco es fijarte dónde tienes más acumulación de granitos, si la zona es la boca y la barbilla lo mejor será que potencies los ojos con sombras neutras o un toque de brillo.
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Cuidado con el volumen.
La base de maquillaje que utilicemos también es importante ya que debe ser del mismo tono que nuestra piel, igual que pasa con el exceso tendemos a pensar que usando una base más clara disimularemos más pero lo que hacemos es aumentar el volumen del granito ópticamente.
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El truco de la brocha.
Los maquilladores profesionales recomiendan usar una brocha del tamaño de la imperfección que queramos cubrir ya que podremos ser mucho más precisos e ir haciendo ampliaciones sutiles e imperceptibles.
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Corrector siempre antes que la base.
El corrector verde siempre tiene que ir antes de la base, después deberíamos aplicar la base y otra capa de lo que se llama corrector de camuflaje. Con estos tres ingredientes conseguiremos un efecto óptico que unificará nuestra piel.
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Si estás usando productos bactericidas.
Lo mejor es que los uses por la noche después de maquillarte ya que si echas demasiado producto sobre tu piel tenderá a cuartearse con el calor, el sudor o simplemente con el paso del tiempo.
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Si se cuartea el maquillaje no hay problema.
Retira con un pañuelo o un bastoncito sólo lo cuarteado, aplica una pequeña cantidad de crema acuosa sobre la zona y un poco de corrector y listo.