La alta peluquería es un arte

Al igual que sucede en el mundo de la repostería o en la  moda, la alta peluquería es un arte en sí  misma. Desde peinados de fantasía, volúmenes imposibles a colores que jamás hubiésemos imaginado en nuestro cabello.

Este mundo especialmente asociado al mundo de  las pasarelas o las fotografías cada vez se abre más paso conquistando revistas de moda, televisiones y cada día más actrices deciden recurrir a peluqueros especialistas en este tipo de arte para tocados de Nochevieja o galas por ejemplo.

Para ser peluquero no basta con saber cortar el pelo o saber hacer color o moldearlo, tendremos  que tomarnos cada peinado como un lienzo en blanco para ir moldeando poco a poco hasta conseguir una auténtica obra de arte.

Se trata de un enfoque multidisciplinar:

Los peluqueros no solamente tienen que tener conocimientos de peluquería básica sino que también tendrán que saber de fotografía, estilismo o estructura… empezar teniendo conocimientos de pintura por ejemplo para poder diseñar la futura obra, las mezclas de colores o las composiciones.

Saber de volúmenes, geometría o cómo vencer a la gravedad… ayudará a tener  un concepto del cabello tridimensional y visual. De esta forma nos podremos salir de la norma, crear cabellos  que parece  que flotan en el aire u otros  que parecen edificios o puentes… cualquier cosa se puede recrear si tenemos los conocimientos adecuados.

El dibujo técnico en alta  peluquería es fundamental ya que,  al igual que pasa con los diseñadores de moda  o con los maquilladores la mayoría de las creaciones se realizan previamente en un estudio.

El pelo se convierte en el mármol y una vez tengamos el diseño solamente  habrá que buscar al modelo o a la modelo adecuada para reproducirlo.

En este tipo de creaciones además se suele invertir una cantidad de  tiempo enorme, ya que en muchas ocasiones se decolora el  cabello para aplicar color después, se hacen cardados  de fantasía, se añaden postizos o  se  moldea el pelo por partes.

Como forma de arte también encontraremos que existen premios y concursos:

Los premios de fantasía de Novoprof, los premios Fígaro, el Country Winner de The Style Master 2013 International Contest o Moustache son alguno de los concursos a los que se puede presentar un peluquero dedicado a la  alta peluquería.

La trastienda no se diferencia de la de una pasarela de moda, en la que los estilistas corren de un lado para otro, huele a laca y espuma de pelo y no faltan los  contratiempos de última hora.

En estas competiciones no solamente se trabaja sobre cabello  natural sino que además se pueden usar pelucas para darle mucho más protagonismo a las creaciones e incluso usar elementos  como  jaulas de pájaros o reproducciones de coches para  decorarlas.

La alta peluquería a pie de calle:

No solamente podemos hablar de alta peluquería refiriéndonos a las creaciones de peluqueros para revistas de moda. Este tipo de peluquería cada vez es más accesible para cualquiera. Encontraremos que se ha adaptado al día a día con colores de fantasía o cortes que desafían las reglas.

También ha surgido un tipo de peluquería especializada en mejorar la  calidad de nuestro cabello con tintes y tratamientos que potencian sus  cualidades, consiguiendo un brillo excepcional o un volumen jamás soñado.

En estos  casos, se convierte en un arte ya que cada melena tiene que tener un tratamiento específico y el peluquero debe saber  adaptar  sus conocimientos a sus características únicas para conseguir  el resultado deseado.

Y es que cada cabello tiene una personalidad (al igual  que  la persona que lo luce)  y eso hay que saber verlo,  además de cuidarlo, conseguir un  resultado duradero  y complacer  al cliente.

Deja un comentario