Ideas para conseguir una piel perfecta en verano

El verano ya está aquí, y con él, una plétora de problemas cutáneos que pueden surgir por el calor excesivo y la luz solar. Durante el verano, el calor puede hacer que tu piel se vuelva grasa, sudorosa y propensa a los brotes. Los abrasadores rayos del sol también pueden oscurecer tu piel, provocar quemaduras solares y dejarla apagada y sin vida. Sin embargo, no tienes por qué quedarte de brazos cruzados mientras tu piel sufre con la ola de calor. A continuación te damos algunas ideas para ayudarte a mantener una piel perfecta durante el verano.

Protege tu piel del sol

El primer paso para conseguir una piel perfecta durante el verano es protegerla de los dañinos rayos UVA y UVB. La exposición al sol es responsable de la mayoría de los problemas cutáneos, como el envejecimiento de la piel, la pigmentación desigual y el cáncer de piel. Por tanto, asegúrate de que llevas protector solar con un FPS 30 como mínimo todos los días, y vuelve a aplicártelo cada dos horas si piensas pasar mucho tiempo al aire libre. Lleva ropa protectora, sombreros y gafas de sol para minimizar el contacto directo con los duros rayos del sol.

Mantente hidratado

Durante el verano, tienes que beber mucha agua para mantener la piel hidratada desde dentro hacia fuera. Cuando tu cuerpo está deshidratado, se nota en la piel, y puede provocar sequedad, arrugas y líneas de expresión. Por tanto, intenta beber al menos de 8 a 10 vasos de agua al día, o más si realizas actividades al aire libre que te hagan sudar.

Invierte en una buena rutina de cuidado de la piel

Una rutina de cuidado de la piel en verano debe centrarse en productos ligeros, a base de agua, que no obstruyan los poros ni te hagan sentir grasienta. Busca productos que contengan antioxidantes, como vitamina C y E, para proteger tu piel de los radicales libres y ayudar a reducir el envejecimiento cutáneo. Utiliza un limpiador suave para eliminar la suciedad y el sudor de la piel, seguido de un tónico para restablecer el equilibrio del PH de la piel y una crema hidratante ligera para hidratarla.

Exfolia regularmente

La exfoliación es esencial durante el verano para deshacerte de las células muertas de la piel y revelar una piel más brillante, suave y de aspecto más fresco. Puedes utilizar un exfoliante suave una o dos veces por semana, u optar por exfoliantes químicos que contengan alfahidroxiácidos o betahidroxiácidos. Sin embargo, ten cuidado de no exfoliarte en exceso, ya que podría provocar irritaciones cutáneas, sobre todo si tienes la piel sensible.

Come una dieta sana

Lo que comes también afecta a la salud de tu piel. Una dieta rica en frutas y verduras, grasas saludables y proteínas magras puede ayudar a mantener una piel clara. Los antioxidantes de la fruta y la verdura ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, mientras que las grasas saludables como el omega-3 del pescado graso, los frutos secos y las semillas ayudan a mantener la piel hidratada. Las proteínas, por su parte, son esenciales para construir y reparar las células de la piel.

Duerme lo suficiente

Durante el verano, tu piel necesita tiempo suficiente para repararse y regenerarse, y dormir lo suficiente es crucial. La falta de sueño puede hacer que tu piel aparezca apagada, cansada y con ojeras. Intenta dormir al menos de 7 a 8 horas cada noche para tener una piel óptima.

Evita las duchas y baños calientes

Pese a lo tentador que puede resultar darse duchas y baños calientes en verano, podría ser más perjudicial que beneficioso para la piel. El agua caliente puede despojar a tu piel de sus aceites naturales, dejándola con aspecto y sensación de sequedad. Por tanto, opta por el agua tibia cuando te duches o te bañes para evitar que tu piel pierda su hidratación.

En conclusión, conseguir una piel perfecta durante el verano requiere un poco de esfuerzo y compromiso. Proteger tu piel del sol, mantenerte hidratada, invertir en una buena rutina de cuidado de la piel, exfoliarte con regularidad, seguir una dieta sana, dormir lo suficiente y evitar las duchas y baños calientes deben formar parte de tu régimen de cuidado de la piel en verano. Siguiendo estas ideas, podrás disfrutar de la temporada estival sin preocuparte por los problemas de la piel.

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